jueves, 19 de mayo de 2011
Ocampo recuerda al Gobierno libio que debe cumplir las órdenes de arresto
La fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), dirigida por el argentino Luis Moreno Ocampo, recordó a las autoridades libias que están obligadas a cumplir las órdenes de arresto que emite este tribunal.
En una carta enviada al ministro de Exteriores libio, Abdelati Obeidi, la fiscalía advirtió a las autoridades libias de que están obligadas a "cooperar plenamente y proporcionar la asistencia necesaria a la Corte y a la fiscalía", según indicó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del pasado febrero, con la que se refirió el caso libio al tribunal de La Haya.
"La resolución es vinculante para Libia, que es miembro de Naciones Unidas", recuerda la carta, que además advierte de que, de no colaborar con la CPI, las autoridades libias se verían "envueltas en el encubrimiento" de los crímenes ocurridos en ese país del Magreb.
La fiscalía de la CPI solicitó el pasado lunes el arresto del líder libio Muamar al Gadafi, así como el de su hijo Saif al Islam y del jefe de la inteligencia militar del régimen, su cuñado Abdulá el Senusi.
Ocampo remarcó que cuando los jueces emitan la orden de arresto solicitada, son las autoridades libias las responsables de ejecutar la detención.
Tras el anuncio de la fiscalía, el Ministerio de Exteriores libio expresó su escepticismo ante la CPI, a la que calificó de "no importante" porque Libia no es miembro del Estatuto de Roma, que regula el funcionamiento de esa Corte.
El portavoz del régimen libio, Musa Ibrahim, también rechazó la seriedad de la actuación de la fiscalía de la CPI, acusándola de basar sus conclusiones en "informaciones de la prensa".
La carta de la fiscalía enviada al ministro de Exteriores libio es en parte una respuesta a estas declaraciones del régimen.
Ocampo y su oficina acusan a Gadafi y a su entorno más íntimo de presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos a partir del pasado 15 de febrero en Libia durante las protestas de insurgentes contra el régimen dictatorial en el país.
Se espera que los jueces decidan en "semanas o meses", según Ocampo, sobre la solicitud de las órdenes de arresto.
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En una carta enviada al ministro de Exteriores libio, Abdelati Obeidi, la fiscalía advirtió a las autoridades libias de que están obligadas a "cooperar plenamente y proporcionar la asistencia necesaria a la Corte y a la fiscalía", según indicó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del pasado febrero, con la que se refirió el caso libio al tribunal de La Haya.
"La resolución es vinculante para Libia, que es miembro de Naciones Unidas", recuerda la carta, que además advierte de que, de no colaborar con la CPI, las autoridades libias se verían "envueltas en el encubrimiento" de los crímenes ocurridos en ese país del Magreb.
La fiscalía de la CPI solicitó el pasado lunes el arresto del líder libio Muamar al Gadafi, así como el de su hijo Saif al Islam y del jefe de la inteligencia militar del régimen, su cuñado Abdulá el Senusi.
Ocampo remarcó que cuando los jueces emitan la orden de arresto solicitada, son las autoridades libias las responsables de ejecutar la detención.
Tras el anuncio de la fiscalía, el Ministerio de Exteriores libio expresó su escepticismo ante la CPI, a la que calificó de "no importante" porque Libia no es miembro del Estatuto de Roma, que regula el funcionamiento de esa Corte.
El portavoz del régimen libio, Musa Ibrahim, también rechazó la seriedad de la actuación de la fiscalía de la CPI, acusándola de basar sus conclusiones en "informaciones de la prensa".
La carta de la fiscalía enviada al ministro de Exteriores libio es en parte una respuesta a estas declaraciones del régimen.
Ocampo y su oficina acusan a Gadafi y a su entorno más íntimo de presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos a partir del pasado 15 de febrero en Libia durante las protestas de insurgentes contra el régimen dictatorial en el país.
Se espera que los jueces decidan en "semanas o meses", según Ocampo, sobre la solicitud de las órdenes de arresto.
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Libia dispuesta a acatar resolución de la ONU si rebeldes y la OTAN cesan los bombardeos
Representantes del régimen del dictador libio, Muamar el Gadafi, se mostraron dispuestos a acatar la resolución 1.973 de la ONU si los rebeldes atrincherados en Bengasi y la OTAN cesan sus bombardeos.
"Se nos dijo que Trípoli está dispuesto a cumplir completamente las exigencias planteadas por la resolución 1.973 de la ONU", afirmó Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, en rueda de prensa, según las agencias rusas.
Lavrov hizo estas afirmaciones tras reunirse en Moscú con una delegación oficial libia, que también expresó su voluntad de "estudiar las vías propuestas en la hoja de ruta elaborada por la Unión Africana".
Al mismo tiempo, pusieron como condición que los rebeldes libios y las potencias aliadas pongan fin a sus ataques contra las fuerzas leales a Gadafi.
"Eso es lo que intenta lograr el emisario especial del secretario general de la ONU. Nosotros apoyamos esa línea de persuadir a todas las partes en el conflicto de que no hay una solución militar a la situación", dijo el ministro ruso.
Lavrov considera que "lo importante ahora es acordar los plazos y las condiciones de la tregua. Esto dará una base firme para empezar un diálogo nacional sobre el futuro de la nueva Libia y cómo será el sistema de este importante Estado norteafricano".
"Es necesario cuanto antes declarar un alto el fuego y acordar plazos y condiciones. Si esto se logra, no habrá ningún motivo para continuar los bombardeos de la aviación de la OTAN, que se salen de lejos del marco de objetivos marcados por las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo.
El jefe de la diplomacia rusa aseguró que había advertido "a las autoridades libias sobre la necesidad de anunciar y aplicar en su totalidad las resoluciones de la ONU y que éstas resoluciones demandan cesar todo uso de la fuerza armada contra civiles".
Y exhortó a las autoridades libias a "cooperar con la ONU en el suministro de ayuda humanitaria para todo el territorio nacional" y "precisar que están de acuerdo con la hoja de ruta propuesta por la Unión Africana".
Además, destacó la importancia de que todos los pasos que se den para el arreglo del conflicto sean supervisados por observadores internacionales, que garantizarán que se respetan las posturas de todas las partes.
Los rebeldes libios también tenían previsto viajar esta semana a Moscú, pero finalmente tuvieron que aplazar su visita por motivos técnicos, según explicó Lavrov.
Con todo, añadió que Rusia "no asume ningún papel de mediador entre el Gobierno de Trípoli y la oposición" y que únicamente "apoya los esfuerzos de mediación de la ONU y la iniciativa de la UA".
Rusia aún reconoce al autoritario régimen libio como las autoridades legítimas del país árabe, al tiempo que ha criticado a Occidente por sobrepasar el mandato internacional de la ONU con sus bombardeos y supuestos intentos de matar a Gadafi.
"Se nos dijo que Trípoli está dispuesto a cumplir completamente las exigencias planteadas por la resolución 1.973 de la ONU", afirmó Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, en rueda de prensa, según las agencias rusas.
Lavrov hizo estas afirmaciones tras reunirse en Moscú con una delegación oficial libia, que también expresó su voluntad de "estudiar las vías propuestas en la hoja de ruta elaborada por la Unión Africana".
Al mismo tiempo, pusieron como condición que los rebeldes libios y las potencias aliadas pongan fin a sus ataques contra las fuerzas leales a Gadafi.
"Eso es lo que intenta lograr el emisario especial del secretario general de la ONU. Nosotros apoyamos esa línea de persuadir a todas las partes en el conflicto de que no hay una solución militar a la situación", dijo el ministro ruso.
Lavrov considera que "lo importante ahora es acordar los plazos y las condiciones de la tregua. Esto dará una base firme para empezar un diálogo nacional sobre el futuro de la nueva Libia y cómo será el sistema de este importante Estado norteafricano".
"Es necesario cuanto antes declarar un alto el fuego y acordar plazos y condiciones. Si esto se logra, no habrá ningún motivo para continuar los bombardeos de la aviación de la OTAN, que se salen de lejos del marco de objetivos marcados por las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo.
El jefe de la diplomacia rusa aseguró que había advertido "a las autoridades libias sobre la necesidad de anunciar y aplicar en su totalidad las resoluciones de la ONU y que éstas resoluciones demandan cesar todo uso de la fuerza armada contra civiles".
Y exhortó a las autoridades libias a "cooperar con la ONU en el suministro de ayuda humanitaria para todo el territorio nacional" y "precisar que están de acuerdo con la hoja de ruta propuesta por la Unión Africana".
Además, destacó la importancia de que todos los pasos que se den para el arreglo del conflicto sean supervisados por observadores internacionales, que garantizarán que se respetan las posturas de todas las partes.
Los rebeldes libios también tenían previsto viajar esta semana a Moscú, pero finalmente tuvieron que aplazar su visita por motivos técnicos, según explicó Lavrov.
Con todo, añadió que Rusia "no asume ningún papel de mediador entre el Gobierno de Trípoli y la oposición" y que únicamente "apoya los esfuerzos de mediación de la ONU y la iniciativa de la UA".
Rusia aún reconoce al autoritario régimen libio como las autoridades legítimas del país árabe, al tiempo que ha criticado a Occidente por sobrepasar el mandato internacional de la ONU con sus bombardeos y supuestos intentos de matar a Gadafi.
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